¿Cómo empezaron los relojes Tag Heuer?

Es una de las marcas de relojes  más reconocidas en el mundo de los deportes de alto desempeño. Su lema refleja las características de un grande que ha sobrevivido a muchos retos y ha surgido siempre glorioso. “Don’t crack under pressure” es el eslogan que refleja una convicción inquebrantable ante cualquier situación. Su estilo está dedicado a los amantes del motor, y nos encanta el diseño inspirado en la competicición, por todo esto compramos  al mejor precio los relojes Tag Heuer.

 

Su personalidad va más allá de las palabras, esta empresa ha pasado por mucho en su larga trayectoria y siempre ha conseguido salir de nuevo a flote. Es la historia de un pequeño artesano que sienta las bases de lo que se convierte en una empresa multinacional.

 

Un pequeño taller artesanal

 

Edouard Heuer, hijo de un zapatero nace en 1840, en una comuna suiza llamada Brugg. A sus 20 años funda un pequeño taller artesanal en St-Imier, en éste se dedica a la reparación y venta de relojes. Luego, en 1867 decide mudar su taller a Biel debido a los altos impuestos exigidos en St-Imier, es allí en donde comienza el desarrollo de esta gran empresa.
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En ese lugar vieron luz varias patentes, entre ellas las de su primer cronógrafo y en 1887 la del piñón oscilante, pieza de suma importancia y valor, se usa hasta el día de hoy en algunos cronógrafos mecánicos. Luego de la muerte de Edouard Heuer en 1892, la empresa queda en manos de Jules Edouard Heuer y Charles August Heuer quienes continúan realizando mejoras a los cronógrafos hasta que en 1910 comienzan su expansión por América. Es en ese momento en el que desarrollan el primer cronógrafo de a bordo, el “Time of Trip”.

 

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Su historia de desarrollo y competencia continua con la creación de nuevos cronógrafos para la aviación y el automovilismo. Su precisión se hizo evidente cuando en 1920 se utilizaron sus productos para medir el tiempo en los juegos olímpicos de Amberes, hecho que se repite luego en París en 1924 y en Amsterdam en 1928.

 

Fue en ese momento en el que se solidifica el vínculo entre la marca y los deportes de alto desempeño, en el que encuentran su esencia apasionada por la adrenalina. Más adelante, en 1949, a petición de Abercrombie & fitch, lanzan el primer cronógrafo  que anticipa el flujo de las mareas. Esto debido a una idea generada por Jack Heuer, personaje que en 1959 comenzaría su papel en el desarrollo de la marca en Estados Unidos.

El avance a la nueva era

Jack Heuer, nacido en 1932, era un hombre inteligente y perseverante. En 1959 es enviado por la familia a New York en donde establece la primera distribuidora de relojes de la marca Heuer. En este tiempo aprende sobre mercadeo y en 1962 se convierte en el Director General de la marca. En su primer movimiento como Director General, lanza al mercado un nuevo Autavia que se convierte en un éxito inmediato.

 

Este movimiento atrevido fue el que marcó la pauta en los sucesivos años en los que intentó diversificar sus productos y diferenciarse de la competencia. En 1963 lanza el Carrera, con un diseño muy elegante que parecía desprenderse de todo y quedarse justo con lo esencial.

 

relojes TAG Heuer Carrera vitage

 

La historia de Heuer continúa con más metas logradas y momentos de riesgo para la compañía. En 1970, el mítico Steve Mcqueen utiliza el cronógrafo Monaco en una de sus famosas películas “Le Mans” salvando a éste del fracaso que había sido al inicio. Luego de esto, en 1979 Heuer adquiere contratos con Ferrari, según el propio Jack, ellos estaban seguros de que los franceses les hacían trampa y por esto necesitaban un equipo electrónico. Los equipos desarrollados por Heuer fueron entregados de manera gratuita, siempre y cuando el emblema de Heuer estuviera en el uniforme de los conductores de Ferrari.

 

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La nueva máquina innovadora era muy precisa y no pasó mucho hasta que todos los competidores pidieran la suya.  A pesar del éxito de la empresa en ese momento, en 1982 se encontraba en gran desventaja en relación a sus competidores. Las empresas que comercializaban relojes de cuarzo podían ofrecer un producto mucho mejor, mientras que un reloj Heuer se atrasaba un minuto por semana, un reloj con la nueva tecnología sólo variaba 2 segundos por mes. Una clara ventaja que condujo al rompimiento de la relación entre Jack Heuer y la marca que habían fundado sus antecesores.

 

En el año 1985 Techniques d’Avant Garde, TAG por sus siglas, compran la empresa y realizan una serie de campañas muy inteligentes que logran calar en el mercado. Salvando a la empresa y mejorando su posición ante la competencia. En 1999 es comprado por la compañía francesa LTMH por un impresionante valor nunca antes alcanzado.

 

Marca de valor y resistencia

 

Con la llegada del nuevo milenio, Jack es invitado a unirse de nuevo a las filas de la empresa como miembro honorario, una función que ejerce durante doce años. En ese tiempo toma un papel esencial en la creación del museo TAG Heuer, para el cual donó muchas piezas de su colección particular. En el año 2012 Jack diseñó el cronógrafo Carrera Jack Heuer, sólo se hicieron tres mil de estas joyas y se vendieron en su totalidad. Ese fue el recuerdo que Jack dejó en la empresa a sus 80 años de edad.

 

Es una historia de altos y bajos, de grandes hazañas y grandes fracasos, pero sobre todo mucha dedicación, perseverancia y pasión. Una serie de personajes que nunca se quebraron y nunca cedieron sin importar las adversidades, que aunque vistos derrotados en algún momento volvieron con la cabeza en alto a entregar lo mejor de sí y a dejar para siempre su legado a las siguientes generaciones.

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